Especial para Diariolaeconomia.com
Mientras el mundo lucha contra la deflación, el reciente repunte en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Colombia altera las expectativas de algunos de los analistas del mercado local. Sin embargo, es probable que en su reunión mensual del próximo viernes 20 de marzo, el Emisor deje la tasa de intervención inalterada, debido a que las presiones alcistas emanan de factores de oferta y no de demanda.
En el mercado, la tasa de cambio alcanzó en la semana el nivel más alto en 10 años y las acciones locales, que acumulan un retroceso cercano a 16% en el año, empezaron a reaccionar favorablemente. En la víspera de la reunión de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) los índices accionarios de referencia del mercado internacional se movieron con prevención mientras que en el mercado local, el cierre de la semana marcó un cambio, aunque incipiente, importante luego de un retroceso en lo corrido del año del 16%.
Pareciera que en el corto plazo el Emisor va a reconocer las presiones inflacionarias con la tranquilidad de corrección en el mediano y largo plazo. En detalle, se observa un repunte temporal por el grupo de los alimentos y por los efectos en la depreciación del peso. En febrero, la inflación de alimentos alcanzó una variación anual de 6.77%, el nivel más alto desde abril de 2009 y la inflación de transables se ubicó en 3.26%, el nivel más alto desde enero de 2005. En los próximos meses, las presiones en estos dos frentes pueden persistir pero posiblemente pueden corregirse hacia el segundo semestre.
La encuesta de expectativas de inflación del Emisor, entre 42 analistas del mercado, mostró un incremento de la inflación anualizada esperada para el 2015 de 3.35% en febrero a 3.65% en marzo. También la expectativa de inflación sin alimentos se incrementó en el mismo periodo de 3.03% a 3.19%. Los indicadores de inflación básica subieron en términos anuales frente a enero pero se ubicaron en el rango del Emisor entre 2% y 4%. En especial, los analistas del mercado han ajustado su expectativa de movimiento de tasas de interés para el cierre de 2015. En la encuesta de febrero pasó de una probabilidad de 88% a 64% de un recorte de 25 puntos base.
Posiblemente, una de las mayores angustias del banco central proviene del déficit de cuenta corriente, donde la depreciación del peso alivia y por lo cual el Emisor no se inmutará. Al 27 de febrero, las cifras de balanza cambiaria muestran un déficit de cuenta corriente de 530 millones de dólares, lo cual no se alcanza compensar con el superávit de la cuenta de capital (262 millones de dólares).
En el frente internacional, la FED puede resaltar en su próxima reunión (18 de marzo) el progreso en las cifras del mercado laboral (desempleo 5.5%) y la mejor dinámica del mercado inmobiliario estadounidense. Sin embargo, posiblemente reconocerá que algunos datos han mostrado debilidad como la confianza de los consumidores y algunos índices de industria. Aunque el avance es notorio frente a lo registrado hace unos años, la fortaleza del dólar puede estar representando un lastre para la recuperación económica y una presión a la baja en los precios.
En el comunicado de la Reserva Federal, a diferencia de lo comentado hace unos meses, el comité de política monetaria puede señalar que uno de sus principales socios comerciales, Europa, está enhorabuena. El plan de estímulo monetario que inició el pasado lunes y la caída en el precio del petróleo han llegado con fuerza llevando al euro a un mínimo de 12 años lo que mejora la competitividad de la industria exportadora. En el balance, es posible que la FED siga con su postura firme en que eventualmente en algunos meses tendrá que subir las tasas de interés.
Para el próximo 20 de marzo, reiteramos que es probable que el Emisor deje su tasa de intervención inalterada en 4.5%. El panorama internacional ha mejorado, en especial en Europa, donde se ha registrado fortaleza en sus activos financieros. La debilidad reciente en Estados Unidos será tenida en cuenta por el comité de política monetaria pero puede no cambiar la visión de mediano y largo plazo. En el mercado local, la inflación total puede seguir al alza por alimentos y por los efectos cambiarios pero mientras las expectativas de la inflación básica no se desborden no debería representar un riesgo de incremento de tasa de interés en el corto plazo.
Atentamente,
Julián Cárdenas Fonseca
Analista de Portafolios Especiales
Experto