Pese a la contracción de la economía colombiana lo único cierto es que el país ha crecido más que muchos en la región, mostrando un potencial de crecimiento una vez queden conjuradas las crisis.
En diálogo con Diariolaeconomia.com, el ex presidente de la República, Ernesto Samper Pizano, dijo que hay que rescatar que Colombia sigue creciendo pese a que muestra unas cifras que si bien no son las más deseadas tienen una curva ascendente superior a los demás países de América Latina.
Explicó que hay mucha incertidumbre en la región y precisó que el tema del petróleo es un tema que afecta particularmente a Colombia y a otros países. Consideró que de cara a lo que se viene con el posconflicto, Colombia urge de una serie de inversiones públicas para garantizar la paz y por tal motivo hay que pensar seriamente en mover la regla fiscal.
Sostuvo que es imposible sacar un país de la situación de dolencia y atender los compromisos de paz, situación que conlleva a entregar tierras a quienes la necesitan, satisfacer los requerimientos de reparación de las víctimas, desatrazar la infraestructura y dinamizar la economía con mayor carga de impuestos.
“Lo que hay que hacer es jugar un mayor déficit fiscal sin ortodoxias y sin fundamentalismos económicos porque cuando la economía recupere su ritmo muy seguramente podrá resarcirse del hueco fiscal, pero eso no se logra con mayores impuestos como se puede sacar adelante la economía”, anotó el señor Samper.
La inversión no mira a Colombia
El expresidente Samper afirmó que es entendible la posición de algunos empresarios norteamericanos y europeos en el sentido de deshacer negocios con Colombia o de evitar traer su portafolio porque hay incertidumbre en las reglas de juego, básicamente por el lado tributario.
En opinión del ex mandatario no es prudente ajustar los impuestos y enfatizó que no es conveniente subir la tarifa de IVA porque se trata de impuesto totalmente regresivo y socialmente contraproducente. Agregó que el único camino que hay es el de la heterodoxia económica y no seguir metidos en la camisa de fuerza de fuerza de una regla fiscal porque el país resiste unas condiciones de déficit fiscal que se mueven alrededor del tres o cuatro por ciento y apunto que en ese sentido habría que cambiar el chip porque en Colombia no se va a financiar la paz con más impuestos.
La OCDE tiene razón, productores del campo no deben pagar impuestos
Sobre la posición de la OCDE en el sentido de que los pequeños productores del campo no deben pagar impuestos, Samper se sumó a las precisiones que sobre el tema hizo en este medio la consultora del organismo para el capítulo agrícola.
“Es verdad, además hay que distinguir entre los campesinos y los agricultores porque son dos actividades distintas, Los campesinos lo que necesitan son subsidios, pero no impuestos”, señaló el expresidente.
Según Samper ese es el tipo de cambio mental que tiene que hacer el país para entenderé que Colombia va a cambiar con el posconflicto.
Hay que mover el modelo
A propósito de posconflicto, el expresidente, Ernesto Samper, afirmó que este nuevo escenario obliga necesariamente a cambiar el modelo económico porque con el Consenso de Washington lo que se tendrá es un conflicto de corto plazo si se sigue por la senda de seguir aumentando tarifas impositivas a los sectores sociales sin hacer lo que se tiene que hacer en materia social y poniéndole mayores cargas a la actividad productiva con las consignas neoliberales que lo importante es reducir la inflación sin importar que pase con el desempleo.
Para Samper, si no hay un cambio de mentalidad, lo cual implica cambiar el modelo, y si no se evitan más acuerdos internacionales que finalmente le ponen más palos en la rueda a la producción y al desarrollo, será muy difícil superar la etapa de posconflicto.
En opinión del experto, el campo está llamado a ser el gran protagonista de la economía colombiana si logra modelos cooperativos y sinergias público-privadas que lo hagan más viable y rentable.
Expuso que Colombia tiene que volver al desarrollo sectorial y consideró urgente volver a industrializar el país porque toda la región se desindustrializó con el modelo neoliberal.
“Si no hacemos las cosas al derecho, si no revisamos las que hemos hecho mal, es decir retomar la capacidad productiva en todos los sectores y si no entendemos que los subsidios no son una maldición del demonio sino una posibilidad de nivelar las cargas mientras llega el crecimiento, pues simple y sencillamente habremos perdido el tiempo negociando la paz y el posconflicto. Con este modelo de desarrollo lo que podemos esperar es que haya más y no menos conflicto”, declaró.
Insistió en la necesidad de darle mayor protagonismo al estado, a la inversión pública y al fortalecimiento estatal en las zonas de violencia que adolecen de presencia del ejecutivo.
Dijo que le da muy buen recibo a la intensión que hay de tomar lo que en su momento fue una bandera de su gobierno y una hoja de ruta para el campo con el Contrato Social Rural.
Explicó que la Misión Rural que preside el exministro, José Antonio Ocampo, es quien lleva la iniciativa, pero recalcó que hay que distinguir muy bien el tema de los campesinos y el de los agricultores.
“A los campesinos no podemos manejarlos subiéndoles o bajándoles el arancel, el campesino lo que necesita son vías secundarias, infraestructura social, subsidios y apoyos”, anotó.
La región va bien
Sobre América Latina y puntualmente lo que tiene que ver con Suramérica, el también Secretario General de UNASUR, afirmó que la región está haciendo un acto de introspección importante después de ver en qué país hay salvación y lo cierto es que esa gracia está en el hemisferio razón por la cual hay que aumentar el comercio intrarregional y propender por el crecimiento de las cadenas de valor sin dejar de desarrollar los incontables recursos naturales que necesitan también la incorporación de valor para que no sea simplemente “el joyero de la abuela”.
Al abordar el tema ISAGEN, Samper dijo que siguen las equivocaciones con el sistema de privatización de activos rentables en donde prácticamente se entrega a muy bajo costo lo que tanto sacrificio le costó al país.
“Ese no es el camino, gastarnos los ahorros”, concluyó el expresidente.